Descubrir mundos
Con los ojos abiertos, o cerrados, descubro el mundo cuando lo siento. Cuando noto cómo llega a mi a través de mis sentidos y le doy la bienvenida. Descubro el mundo cuando me encuentro con él, cuando lo vivo. Y si observo atentamente, puedo incluso descubrir mi modo de descubrir el mundo.
No doy por sentado lo que es, sino que lo miro con ojos nuevos y dejo que penetre hasta mi esqueleto. Observo dentro y fuera, con palabras y sin palabras, eso que es mundo para mi. ¿Me cierro o me abro ante su asombrosa complejidad?
En el verbo descubrir hay un camino de vuelta, que va hacia adelante. Porque dejas – o invitas - que aquello que ya existía oculto emerga ante ti. Y no restas impasible ante un descubrimiento. Eso es nuevo para tí, pero no es nuevo para el mundo. El mundo – tu mundo, el mundo del otro - ya estaba allí antes.
Descubrir es encender la luz, desnudar la realidad, percibir aspectos nuevos de lo que existe y por tanto entrar en relación con ello. Puedes tomarlo o rechazarlo, acogerlo o abandonarlo o quedarte suspendido en la incertidumbre del descubrimiento sin decidir aún qué hacer con él.
Descubrir acompaña el aprendizaje de una forma especial. Recuerda alguna vez en la que hayas aprendido a través de tu propio descubrimiento. Seguramente habrás notado esa genuina alegría, regalo de la biología que nos premia por usar nuestro potencial explorador. A través del ensayo y el error, o por casualidad, descubres algo que es útil, funcional ybeneficioso para tí – has descubierto un tesoro. Al hacerlo consciente y tuyo,te das cuenta que el tesoro que has ganado es aprendizaje.
Descubrir te puede llevar a cambiar tu forma de pensar sobre las cosas que creías conocer bien. Te puede ofrecer nuevas posibilidades. En ocasiones te puede sacudir hasta confundirte. Y en situaciones extremas puede despojarte de toda seguridad y sentido de identidad.
Hay cualidades, dimensiones y niveles del descubrir, igual que del amar, del vivir o de cualquier otro infinitivo de matriz compleja. Puedes descubrir en pequeño desconfiadamente, asombradamente, valientemente y de un sinfín de formas diferentes. Puedes descubrir por placer, por necesidad, para solucionar un problema o sin querer. Te das cuenta que tu vecina escucha la misma lista musical que tu. Tu colega del trabajo te ha ocultado información importante en un proyecto. Descubres una nueva receta deliciosa aprovechando lo que te queda en la nevera. Descubres que tus amigos te aprecian mucho más de lo que imáginabas.
En el Descubrir en mayúsculas te ves tocado por una verdad orgánica, real y transformadora. De repente, todo tu organismo se enciende al verse inundado por algo que cambia tu percepción del mundo. Ese instante en donde todas tus células parecen despertar de golpe, el tiempo se para y tienes la capacidad para frenar la incercia. De incorporar algo nuevo en tu sistema. De verte instantáneamente transfigurado en un milisegundo.
Descubrir puede ser como una puerta que te invita a explorar nuevos caminos - a pensar, sentir y actuar diferente. Porque a menudo el explorar viene con el descubrir, a veces antes, a veces después, a veces a la vez (Aunque no siempre, porque de descubrimientos súbitos también está llena la vida); el explorar lo escoges activamente, el descubrir te llega inesperadamente. Es por eso que hay un componene central de sorpresa en el descubrir. Y la sorpesa nos despierta de golpe e intensifica todo lo que viene después.Hasta cierto punto puedes negarlo, obviarlo, ignorar esa sensación de sorpresa e intentar minimizar el descubrimiento.Quizás lo esperabas más o menos, incluso lo buscabas, pero el descubrir llega de forma incontrolable y sin avisar.
A veces, redescubrimos algo que otra persona nos ha contado, pero al encontrarloen nuestra experiencia se vuelve verdaderamente real y significativo para nosotros. Y nos sentimos más vivos, presentes y reales nosotros también.
Creo que vivir con disposición al descubrimiento es vivir con coraje para afrontar la verdad del mundo. Es querer relacionarte directamente con la existencia, sin el filtro de lo que te han contado y lo que dabas por sentado. Es asumir tu propia consciencia cómo el camino de conocimiento de mundos. Claro está que si descubrir puede modificar tu percepción – de tu mundo interno y externo-, quizás no te interese descubrir nada nuevo, site sientes cómodo y seguro con el conocimiento que ya tienes.
Piensa por un momento ¿Cómo cambiaría tu actitud ante la vida si tuvieras presente todo lo que tienes aún por descubrir? ¿Cómo te predispondrías ante las personas si tuvieras presente cuanto te queda por descubrir de sus mundos?
Porque la realidad es que siempre habrá nuevos mundos por descubrir. Mundos que nos pueden impactar y transformar. Especialmente mundos personales con los que interactuamos a diario, a menudo sin ser muy conscientes de lo que verdaderamente conocemos de ellos.
Cuando te predispones hacia el descubrimiento significa que estas potenciando la curiosidad, la atención, la exploración, la observación y la reflexión al mismo tiempo.Si a esta constelación de actitudes que te orientan hacia el conocimiento del mundo le añades apertura, flexibilidad, juego, creatividad y un sentido de seguridad y confianza (interna o externa), estas creando la receta perfecta para que tu potencial de inteligencia y aprendizaje se expanda ante cualquier reto de la vida.
Cuando te encuentres en una encrucijada, pregúntate: ¿qué tengo por descubrir de esta situación/persona/mundo que no conozca y me pueda ayudar en este momento? Invita a que la apertura de descubrir penetre en tu sistema, aflojando los prejuicios y las ideas prefijadas, la rigidez de mente, y pueda dejar paso a un descubrir que transforme tu dificultad en un conocimiento que te sirva.
Quizás descubras que tu y esa personas con la que tienes problemas os parecéis más de lo que creías. Y que puedes empatizar con su situación. Quizás descubras una manera más eficiente de organizar tu tiempo y tu dinero. Quizás descubras que alguien te quiere más de lo que imáginabas. O quizás descubras de qué manera tus dones pueden aportar valor a tu comunidad.
Sea cómo sea, la única manera de descubrir, es en el encuentro directo con la realidad. Así que, te invito a ir al encuentro de la vida con coraje. Date cuenta que el mundo está lleno de tesoros que esperan ser descubiertos por tí.
Indagación del día
¿Qué haces con aquello que descubres en ti, en el mundo o en los demás?